La directora ejecutiva de Greenpeace, Jennifer Morgan, ha denunciado que los combustibles fósiles son "las nuevas armas de destrucción masiva" y por ello ha instado a las potencias a mantenerlos bajo el suelo.
"La política extranjera y de seguridad no debería concentrarse ya en cómo proteger la extracción de combustibles fósiles, sino en cómo mantenerlos bajo tierra porque son las nuevas armas de destrucción masiva", ha afirmado Morgan durante su intervención en la Conferencia de Seguridad de Múnich.
"Lo que elijamos hacer en los próximos años nos hará elegir entre la vida y la muerte de millones de personas. Ustedes, la comunidad de seguridad, debe comenzar a tratar el cambio climático como la amenaza existencial que es", ha argumentado Morgan.
Así, ha emplazado a los altos cargos de los gobiernos reunidos en Múnich a "internalizar los riesgos que supone el cambio climático para la seguridad nacional e internacional".
Por ello ha emplazado a "deshacerse de las bombas de CO2 y petróleo, de carbón y gas" como "la nueva misión de paz del mundo". "Los países deben ser seguros en energía al 100 por cien construyendo infraestructuras de energía renovable y eficiencia energética", ha remachado.
"Debemos aplicar y fortalecer el Acuerdo de París. Quienes lo socavan están poniendo su propia seguridad nacional en peligro y poniendo en peligro a millones de personas. Este acuerdo global de 197 países debe ser defendido y su ambición reforzada en noviembre en la COP26", ha remachado Morgan.